En el Perú andamos medio atrasados con el tema ambiental. Apenas un par de distritos de Lima cuentan con un servicio de separación de la basura. Ni qué decir de la emisión de gases (vean el parque automotor tan viejo!!!)
Hace unos años decidimos hacer compost en nuestra casa. Para ello llamamos a Alois K. quien tuvo la genial ocurrencia de hacer agujeros a domicilio. Y la idea no queda sólo en el compost, sino en utilizar éste para reforestar la misma casa.
A grosso modo, la cosa funciona así: Viene Alois y con su equipo cavan un agujero profundo, cilíndrico, de más o menos 1.80 mt. y unos 40 cm. de diámetro. En la parte superior le colocan una tapa de cemento. Eso es todo. La basura orgánica de la cocina (restos de comida como cáscaras, fideos, papas, migas, etc.) las vamos juntando en una jarra o tazón. Al llenarse este recipiente bajamos y vertemos el contenido en el hueco del compost, que se tiene que mantener tapado (existen las cucarachas, saben?) Cuando el agujero se llena, comenzamos a utilizar el otro (porque al menos son dos necesarios). El agujero tapado se deja descansar unos 5 meses, al cabo de los cuales volvemos a llamar a Alois. Él viene con su gente, destapan el agujero original y…….. oh sorpresa! Salen un montón de costales de compost “impecable”, ni un resto de cascarita ni nada! Se ve como tierrita nomás. Y es de lo mejor. Esto se mezcla con la tierra de las macetas para enriquecerla; así las plantas se nutren mejor.
Recomendamos eso sí: echar algún producto (que no afecte el ambiente!) para combatir las cucarachas. Fuera de eso, es una idea estupenda. En varios pueblos jóvenes, normalmente inmersos en tierra y arena, ya se ve arbolitos que están aprovechando los beneficios del compost.